Como hablamos hace algunos días, los mecanismos de defensa son un movimiento de nuestro psiquismo con el fin de protegernos de emociones que no son agradables para nosotros e incluso de algunos que en ese momento no seríamos capaces de gestionar.
Puedes volver a leer el artículo que publicamos hace unos días sobre los mecanismos de defensa.
Como a veces explicamos en sesión, “nuestra cabeza trata de protegernos y cuidarnos, y aquello que no somos capaces de tolerar o aquellas emociones que supondrían romper con nuestro equilibrio mental son convertidas en otra cosa”.
Un mundo sin defensas psíquicas sería un mundo de vulnerabilidad
Hoy hablaremos sobre dos mecanismos de defensa: la NEGACIÓN y la PROYECCIÓN.

La NEGACIÓN según Sigmund Freud, consiste en expresar mediante un juicio que algo no existe por el sufrimiento que provocaría su reconocimiento.
Consiste en ignorar o hacer que no existe algo para protegernos de una emoción desagradable.
Un claro ejemplo es la del fumador que niega o ignora que el fumar puede tener graves consecuencias en su salud, por no querer enfrentarse a la realidad.

La PROYECCIÓN es cuando alguien atribuye sus deseos, sentimientos y pulsiones a otras personas o a motivos externos.
Esto ocurre en un intento de evitar la angustia que le produciría reconocerlo como algo propio.
Hay muchas situaciones en las que se puede ver este mecanismo de defensa, y como todos, cuanto más al extremo se lleve esta defensa y menor es el contacto con la realidad, es un indicador de mayor conflicto interno.
Un claro ejemplo cotidiano de la proyección podría ser el siguiente: «¿Estás enfadado conmigo? cuando realmente querríamos decir «Estoy enfadado contigo».
Para terminar, os dejamos un video que nos resulta muy interesante, donde pueden verse ejemplos de algunos mecanismos de defensa del YO.